S.E. ha tenido la manía de fantasear con agresiones contra su persona o contra su familia y ciertamente ha logrado lo que buscaba: la conmiseración general. La segregación y el desprecio a que, según él, era sometido cuando niño por los terratenientes blancos, y las atrocidades que los patrones cometían con los indios, mutilándolos y dejándolos ciegos, corrió como inconcebible noticia de salvajismo por todo el mundo, provocando lástima y rabia.
Ahora que se le agotó el libreto sobre los atropellos étnicos, S.E. se ha inventado otro drama: el del golpe de Estado que debió resistir. ¿Cuándo fue eso, Excelencia? ¿Qué día y en qué año se produjo el golpe que usted conjuró? Porque es cierto que a Hugo Chávez lo derrocaron y lo tuvieron preso durante un día entero el año 2000. Es cierto que a Zelaya lo sacaron a patadas los militares por sus veleidades chavistas. Es cierto que Correa se metió en un cuartel amotinado y que debió pasar algunas horas retenido en una enfermería. Todo eso es cierto. ¿Pero cuándo le han tocado un pelo a S.E.?
¿Cuándo lo quisieron derrocar? ¿Cuándo aparecieron tanques de guerra por el Palacio Quemado? ¿O sobrevolaron aviones amenazantes sobre su cabeza? ¿O aparecieron policías dispuestos a tumbarlo a tiros? ¿O una muchedumbre con ganas de colgarlo en un farol de la plaza Murillo? ¿Cuándo se enteró S.E. que la DEA planeaba su muerte? ¿En qué forma lo querían eliminar? ¿Con una bomba o con veneno? ¿Cómo fue eso de que el entonces embajador norteamericano Philip Goldberg armó un golpe con parte de los partidos de oposición? ¿Qué pruebas hay al respecto que las desconoce toda la nación?
¡Nunca! ¡Nunca nadie quiso derrocar a S.E.! Ese es un simple y provechoso embuste al que se le quiere sacar rédito en el extranjero. El Vicepresidente, para no quedarse atrás, ya habla también del golpe del 2008. Y si habla él hacen eco los corifeos áulicos. ¿Pero es que nos creen estúpidos a todos los bolivianos? Porque algunos tarados los hay, sin duda, y los conocemos. ¿Pero todos somos idiotas y desmemoriados? Este asunto ya se pasó de castaño a oscuro y es bueno poner las cosas en su lugar.
¿Sabe la gente cuál es el famoso golpe del que se victimiza S.E.? Pues ni más ni menos que las protestas callejeras que hubo en Santa Cruz el 2008 con tomas de algunas instituciones del Estado. Se cometieron desmanes, se actuó muy mal, se atropelló el orden, pero de ahí a un golpe contra el Estado Plurinacional hay mucho trecho. Lo que pasó en Santa Cruz es lo que cada mes provocan los "movimientos sociales" en la zona andina y que se lo toma paternalmente como producto del carácter rebelde de los revolucionarios. Además que los revoltosos del 2008 abandonaron las instituciones tomadas y luego se fueron a sus casas repudiados por la mayoría de los ciudadanos. Ojalá que S.E. no afirme sus miedos achacándole culpas al jovencito que estaba con una escopeta de caza a dos mil metros de él, cerca al Trompillo, y que lo presentaron como la reencarnación de El Chacal, que le quería volar la cabeza a S.E. como reventando una sandía.
Todas son majaderías para buscar propósitos acusatorios contra la oposición y sobre todo contra los cruceños. Pero en el país del embuste y la leyenda, en el Estado de la tramoya burda, es cosa de insistir con una mentira para convertirla en verdad. Ahora resulta que hubo un golpe fantasma, no se sabe contra quién, sin tanques, sin aviones, sin militares, sin policías, sin partidos políticos, sin nadie. Pero S.E. jura que el golpe fracasó, que Goldberg fue sorprendido en su conjura y expulsado de Bolivia, y que el gobierno del cambio se salvó de milagro del zarpazo yanqui aliado con la derecha nacional.
Lo único cierto, más bien, fue que el gobierno golpeó a gil y mil. Asesinó a tiro limpio a tres presuntos terroristas de diverso origen, para acusar a los cruceños de separatistas y encarcelarlos o exiliarlos. Armó la gran farsa de Porvenir, en Pando, para darle un golpe prefectural a Leopoldo Fernández, encerrarlo en San Pedro y Chonchocoro desde hace tres años, convirtiéndolo en un mito al que algún día sus esbirros le implorarán perdón de rodillas. Promovió una marcha indígena contra Santa Cruz para sembrar desconfianza y caos. Ha creado la justicia del terror que a pie juntillas obedece las órdenes del gobierno para "investigar" a cualquier ciudadano y enviarlo, sin chistar, tras las rejas.
Ahora está empeñado en otro golpe contra la gobernación del Beni, una vez que ya derrocó al gobernador de Tarija, Mario Cossío. Lo que se quiere hacer contra Ernesto Suárez es golpismo puro y duro. El masismo está desesperado por ocupar esa gobernación y afilarse para el combate decisivo: la caída de Rubén Costas en Santa Cruz.
Ya está bueno de hacerse las víctimas. Ya no les creemos y cada vez les creen menos en el exterior. S.E. debería dejarse de hablar tanto y de confundir a la gente enfrentando a unos contra otros. Si hubo, dizque, un golpe contra él en el 2008, que nos dé algunas pistas seguras porque las que menciona no son ciertas, o tal vez, ninguno de nosotros fuimos tan listos como para darnos cuenta de esa presunta acción criminal que a todos nos intriga.
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